Metamorfismo
y Rocas Metamórficas
Fuerzas
compresivas de una magnitud inimaginable y temperaturas de centenares de
grados por encima de las condiciones de la superficie predominaron quizá
durante miles o millones de años y provocaron la deformación. Bajo esas
condiciones extremas, las rocas responden plegándose, fracturándose y fluyendo.
En este capítulo se consideran las fuerzas tectónicas que forjan las rocas
metamórficas y cómo esas rocas cambian de aspecto, composición mineral y a
veces incluso de composición química media.
Extensas áreas
de rocas metamórficas afloran en todos los continentes en unas regiones
relativamente planas de nominadas escudos. Esas regiones metamórficas se
encuentran en Canadá, Brasil, África, lndia, Australia y Groenlandia. Además,
las rocas metamórficas son un componente importante de muchos cinturones
montañosos, entre ellos los Alpes y los Apalaches, donde constituyen una gran
parte del núcleo cristalino de esas montañas. incluso las partes interiores
estables de los continentes que están cubiertas por rocas sedimentarias están
sustentadas sobre rocas basales metamórficas. En esos ambientes, las rocas
metamórficas están muy deformadas y presentan intrusiones de grandes masas
ígneas. De hecho, partes significativas de la corteza continental terrestre
están compuestas por rocas metamórficas y rocas ígneas.
A diferencia
de algunos procesos ígneos y sedimentarios que tienen lugar en ambientes
superficiales o próximos a la superficie, el metamorfismo casi siempre ocurre
en zonas profundas del interior de la Tierra, fuera de nuestra observación
directa. Pese a este obstáculo significativo, los geólogos han desarrollado
técnicas que les han permitido aprender mucho sobre las condiciones bajo las
cuales se forman las rocas metamórficas. Por tanto, las rocas metamórficas proporcionan
importantes datos sobre los procesos geológicos que actúan dentro de la corteza
terrestre y el manto superior.
Metamorfismo
El
metamorfismo es la transformación de un tipo de roca en otro. Las rocas
metamórficas se forman a partir de rocas ígneas, sedimentarias o incluso de
otras rocas metamórficas. Por tanto, todas las rocas metamórficas tienen una
roca madre: la roca a partir de la cual se formaron.
El
metamorfismo, que significa ,,es un proceso que provoca cambios en la mineralogía,
la textura y, a menudo, la composición química de las rocas. El metamorfismo
tiene lugar cuando las rocas se someten a un ambiente físico o químico
significativamente diferente al de su formación inicial. Se trata de cambios
temperatura y presión (esfuerzo) y la introducción de fluidos químicamente
activos. En respuesta a esas nuevas condiciones, las rocas cambian gradualmente
hasta un estado de equilibrio con el nuevo ambiente. La mayoría de los cambios
metamórficos ocurren bajo las temperaturas y presiones elevadas que existen en
la zona que pieza a unos pocos kilómetros por debajo de la su terrestre y se
extiende hacia el manto superior.
El
metamorfismo suele progresar de manera incremental, desde cambios ligeros
(metamorfismo de grado bajo a cambios notables (metamorfismo de grado alto).Por
ejemplo, en condiciones de metamorfismo de grado bajo, la roca sedimentaria
común lutita se convierte en una metamórfica más compacta denominada pizarra.
Las muestras de mano de ambas rocas son a veces difíciles de distinguir lo cual
ilustra que la transición de sedimentaria a metamórfica suele ser gradual y los
cambios pueden ser sutiles.
En ambientes
más extremos, el metamorfismo produce una transformación tan completa que no
puede terminarse la identidad de la roca fuente. En el metamorfismo de grado
alto, desaparecen rasgos como los planos de estratificación, los fósiles y las
vesículas que puedan haber existido en la roca original. Además, cuando las
rocas en zonas profundas (donde las temperaturas son elevadas son
sometidas a presiones dirigidas, se deforman lentamente y se produce una gran
variedad de texturas además de estructuras a gran escala como los pliegues.
En los
ambientes metamórficos más extremos, las temperaturas se aproximan a las
de fusión de las rocas. Sin embargo, durante el metamorfismo la roca debe
permanecer esencialmente en estado sólido, pues si se produce la fusión
completa, entraríamos en el ámbito de la actividad ígnea.
La mayor
parte del metamorfismo ocurre en uno estos tres ambientes:
1.- Cuando
una masa magmática instruye en las rocas, tiene lugar el metamorfismo de
contacto o térmico. Aquí, el cambio es impulsado por un aumento de la
temperatura en el interior de la roca huésped que rodea una intrusión
ígnea.
2. El
metamorfismo hidrotermal implica alteraciones químicas que se producen conforme
el agua caliente rica en iones circula a través de las fractura de las rocas.
Este tipo de metamorfismo suele estar asociado con la actividad ígnea que
proporciona el calor necesario para provocar las reacciones químicas y
hacer circular estos fluidos a través de la roca.
3. Durante la
formación de montañas {grandes volúmenes de rocas están sometidas a presiones
dirigidas y a las elevadas temperaturas asociadas con deformaciones a gran
escala, del denominado metamorfismo regional.
El
metamorfismo regional, que produce el mayor volumen de rocas metamórficas,
tiene lugar en los límites convergentes, donde las placas litosféricas
colisionan (Véase ROCMET-18). Aquí, grandes segmentos de la corteza terrestre
se pliegan, se fallan y se metamórfica enormemente. Además, el
enterramiento profundo, junto con el emplazamiento de magmas que se
originan en el manto, son los responsables de las temperaturas elevadas que
provocan las zonas más intensas de metamorfismo. Las rocas deformadas por
metamorfismo regional tienen frecuentemente zonas de metamorfismo de contacto,
así como metamorfismo hidrotermal.
Después de
considerar los factores del metamorfismo y algunas rocas metamórficas comunes,
examinaremos Estos y otros ambientes metamórficos.
AGENTES DE
METAMORFISMO
Factores del
metamorfismo
Los agentes
del metamorfismo son el calor, la presión (esfuerzo) y los fluidos químicamente
activos. Durante el metamorfismo, las rocas suelen estar sometidas
simultáneamente a los tres agentes metamórficos. Sin embargo, el grado de
metamorfismo y la contribución de cada agente varían mucho de un ambiente a
otro.
El Calor como
factor metamórfico
El factor más
importante del metamorfismo es el calor, que proporciona la energía que impulsa
los cambios químicos que provocan la recristalización de los
minerales existentes o la formación de minerales nuevos. Recordemos que un
aumento de de la temperatura hace que los iones del interior de un
mineral vibren con mayor rapidez. Incluso en un sólido cristalino, en el
que los iones están unidos mediante enlaces fuertes, este alto nivel de
actividad permite que los átomos individuales migren con mayor libertad dentro
de la estructura cristalina.
Cambios
provocados por el calor:
El
calor afecta a los materiales terrestres, en especial a los que se forman en
ambientes de bajas temperaturas, de dos maneras. En primer lugar, fomenta
la re cristalización de granos minerales individuales, lo cual sucede, en
particular, con las arcillas, los sedimentos de grano fino y algunos
precipitados químicos. Las temperaturas más elevadas provocan la re
cristalización cuando los granos más finos tienden a unirse y formar granos de
mayor tamaño de la misma mineralogía.
En segundo
lugar, el calor puede aumentar la temperatura de una roca hasta el punto en que
uno o más de sus minerales ya no son químicamente estables. En estos casos, los
iones constituyentes tienden a distribuirse en estructuras cristalinas más
estables en el nuevo ambiente de alta energía. Las reacciones químicas de este
tipo tienen como consecuencia la creación de nuevos minerales con
configuraciones estables que tienen una composición global más o menos
equivalente a la de los minerales originales. (En algunos ambientes, los iones
quizá migren hacia el interior o el exterior de una unidad rocosa, modificando
así su composición química general.)
En resumen,
si tuviéramos que atravesar una región de rocas metamórficas (situada en la
superficie) desplazándonos en dirección al metamorfismo creciente, podríamos
esperar observar dos cambios atribuibles en gran medida al aumento de la
temperatura. El tamaño del grano de las rocas se incrementaría y la mineralogía
se transformaría de una manera gradual.
Fuentes de
calor:
El calor que causa el metamorfismo de las
rocas procede principalmente de la energía liberada por la desintegración
radiactiva y la energía térmica almacenada en el interior de la
tierra. Recordemos que las temperaturas aumentan con la profundidad a un
ritmo conocido como gradiente geotérmico (geo: Tierra; therm: calor).
Los ambientes
donde las rocas pueden ser transportadas a grandes profundidades y calentarse
es los bordees de placa convergente, donde están siendo subducidos fragmentos
de corteza oceánica cargados de sedimentos. Además, es posible que las rocas
sean enterradas en grandes cuencas donde la subsidencia gradual da origen a acumulaciones
muy gruesas de sedimentos. Se sabe que en esos lugares, como por ejemplo el
Golfo de México, se desarrollan condiciones metamórficas cerca de la base de la
cuenca.
El calor
también puede ser transportado desde el manto hasta incluso las capas más
someras de la corteza. Las plumas ascendentes del manto, que afloran en las
dorsales centro oceánicas, y el magma generado por la fusión parcial del manto
en las zonas de subducción son tres ejemplos .En general, siempre que se forman
magmas y éstos ascienden a un ritmo lento hacia la superficie, se produce
metamorfismo. Cuando instruye en rocas relativamente frías en zonas poco
profundas, el magma < la roca caja. Este proceso, denominado metamorfismo de
contacto, se considerará más adelante en este capítulo.
Presión y
esfuerzo diferencial
La presión,
como la temperatura, también aumenta con la profundidad conforme aumenta el
grosor de las rocas supra yacentes. Las rocas enterradas están sometidas a
una presión de confinamiento, que es análoga a la presión hidrostática,
donde las fuerzas se aplican por igual en todas las direcciones .Cuanto más se
profundiza en el océano, mayor es la presión de confinamiento. Lo mismo ocurre
en el caso de las rocas enterradas. La presión de confinamiento cierra los
espacios entre los granos minerales, dando lugar a una roca más compacta con
una mayor densidad. Además, a grandes profundidades, la presión de
confinamiento puede hacer que los minerales recristalicen en nuevos minerales
con una estructura cristalina más compacta. No obstante, la presión de confinamiento
no pliega ni deforma las rocas.
Además de la
presión de confinamiento, las rocas pueden estar sometidas también a presiones
dirigidas. Eso sucede, por ejemplo, en los bordes de placa convergentes,
donde las placas litosféricas colisionan. Aquí, las fuerzas que deforman la
roca son desiguales en distintas direcciones y se las denomina esfuerzo
diferencial.
Fluidos
químicamente activos
Se cree que
los fluidos compuestos principalmente de agua y otros componentes volátiles,
como el dióxido de carbono, representan un papel importante en algunos tipos de
metamorfismo. Los fluidos que rodean los granos minerales actúan como
catalizadores y provocan la re cristalización fomentando la migración iónica.
En ambientes cada vez más calientes, estos fluidos ricos en iones se vuelven
proporcionalmente más reactivos. Cuando se unen dos granos minerales, la parte
de sus estructuras cristalinas que se toca es la que recibe una mayor presión.
Los iones situados en estos puntos son fácilmente disueltos por los fluidos
calientes y migran a lo largo de la superficie del grano hacia los espacios
porosos situados entre los granos. Así, los fluidos hidrotermales
contribuyen a la re cristalización de los granos minerales
disolviendo el material procedente de las regiones sometidas a elevados y
precipitando (depositando) este material en zonas sometidas a esfuerzos bajos.
Como consecuencia los minerales tienden a recristalizar y a alargarse más
en una dirección perpendicular a los esfuerzos de compresivos.
La
importancia del protolito
La mayoría de
rocas metamórficas tienen la misma composición química general que la roca a
partir de la que se formaron, excepto por la posible pérdida o adquisición
de volátiles como el agua (H2O) y el dióxido de carbono (CO2).
Por ejemplo, el metamorfismo de una lutita da como resultado una pizarra,
en la que los minerales arcillosos recristalizan y forman micas. (Los
cristales minúsculos de cuarzo y feldespato que se encuentran en la lutita
no se alteran en la transformación de la lutita en pizarra y, por tanto,
permanecen intermezclados con las micas ) Aunque la mineralogía cambia en
la transforma de la lutita en pizarra, la composición química general de la
pizarra es comparable a la de la roca de la que derivó. Además, cuando la roca
origen tiene una composición máfica, como el basalto, el producto metamórfico,
puede ser rico en minerales que contengan hierro y magnesio, a menos, por
supuesto, que se haya producido una pérdida importante de estos átomos.
TIPOS DE
ROCAS METAMORFICAS
Rocas
foliadas
Pizarra
La pizarra es
una roca foliada de grano muy fino (menos de 0,5 milímetros) compuesta por
pequeños cristales de mica demasiado pequeños para ser visibles. Por tanto, en
general el aspecto de la pizarra no es brillante y es muy parecido al de la
lutita.
La pizarra se
origina casi siempre por el metamorfismo en grado bajo de lutitas y pelitas.
Con menor frecuencia, también se produce por el metamorfismo de las cenizas
volcánicas. El color de la pizarra depende de sus constituyentes minerales. Las
pizarras negras (carbonáceas) contienen materia orgárúca,las pizarras rojas
deben su color al óxido de hierro y las verdes normalmente contienen clorita.
Fitita:
La
fitita representa una gradación en el grado de metamorfismo entre la
pizarra y el esquisto. Sus minerales planares son más grandes que los de la
pizarra, pero no lo bastante como para ser fácilmente identificables a simple
vista. Aunque la filita parece similar ala pizarra, puede distinguirse con
facilidad por su brillo satinado y su superficie ondulada (Figura ROCMET-11).
La filita, normalmente, muestra pizarrosidad y está compuesta funda-mentalmente
por cristales muy finos de moscovita, clorita o ambas.
Esquisto:
Los esquistos
son rocas metamórficas de grano medio a grueso en las que predominan los
minerales planares. Habitualmente, las micas moscovita y biotita, que exhiben
un alineamiento planar que da alaroca su textura foliada. Además, los esquistos
contienen cantidades menores de otros minerales, a menudo cuarzo y feldespato.
Hay esquistos
formados principalmente de minerales oscuros (anfíboles). Como las pizarras, el
protolito de muchos esquistos es la lutita, que ha experimentado un
metamorfismo de grado medio a alto durante los episodios importantes de
formación de montañas.
Gneis:
Gneis es el término aplicado a las rocas metamórficas bandeadas de grano
medio a grueso en las que predominan los minerales alargados y granulares (en
oposición a los planares). Los minerales más comunes en el gneis son el cuarzo,
el feldespato potásico y la plagioclasa rica en sodio. La mayoría de gneises
también contienen cantidades menores de biotita, moscovita y anfibol que
desarrollan una orientación preferente. Algunos gneises se rompen a lo largo de
las capas de los minerales planares, pero la mayoría se rompe de una manera
irregular.
Por ejemplo,
una roca rica en anfibol que tenga una textura gnéisica se denomina anfibolita.
Rocas no
foliadas:
Mármol El
mármol es una roca metamórfica cristalina de grano grueso que deriva de calizas
o dolomías .El mármol puro es blanco y está compuesto esencialmente por
calcita. Dado su atractivo color y su relativa blandura (dureza de 3), el
mármol es fácil de cortar y moldear. El mármol blanco es particularmente
apreciado como material para crear monumentos y estatuas, como la famosa
estatua de David de Miguel Angel. Por desgracia, dado que el mármol es
básicamente carbonato cálcico, es fácilmente atacado por la lluvia ácida.
Algunos monumentos históricos y lápidas muestran ya una intensa meteorización
química.
Cuarcita:
a cuarcita es
una roca metamórfica muy dura formada a partir de arenisca rica en cuarzo.
La cuarcita
pura es blanca, pero los óxidos de hierro pueden producir tintes rojizos o
rosados, mientras que los granos de minerales oscuros pueden colorearla de
gris.
TIPOS DE
METAMORFISMO
Metamorfismo
térmico o de contacto
El
metamorfismo térmico o de contacto se produce como consecuencia del aumento de
la temperatura cuando un magma invade una roca caja. En este caso se forma una
zona de alteración denominada aureola (aureous : halo dorado) en la roca que
rodea el cuerpo magmático. Las intrusiones pequeñas, como diques delgados y
sills, tienen aureolas de tan sólo unos pocos centímetros de grosor. Por el
contrario, los cuerpos magmáticos que forman los batolitos masivos pueden crear
aureolas metamórficas que se extienden a lo largo de varios kilómetros.
El
metamorfismo de contacto se reconoce fácilmente sólo cuando se produce en la
superficie o en un ambiente próximo a la superficie, donde el contraste de
temperaturas entre el magma y la roca caja es grande. Durante el metamorfismo
de contacto los minerales de arcillas calientan como si estuvieran colocados en
un horno, y pueden generar una roca muy dura y de grano fino. Dado que las
presiones dirigidas no son un factor fundamental para la formación de estas
rocas, generalmente no tienen foliación. El nombre aplicado a la amplia
variedad de rocas metamórficas compactas y no foliadas formadas durante el
metamorfismo de contacto es el de corneanas (hornfels).
Metamorfismo
hidrotermal
Una
alteración química llamada metamorfismo hidrotermal ocurre cuando los fluidos
calientes, ricos en iones circulan a través de las fisuras y las fracturas que
se desarrollan en la roca. Este tipo de metamorfismo está estrechamente relacionado
con la actividad ígnea, ya que proporciona el calor necesario para hacer
circular estas soluciones ricas en iones. Por tanto, el metamorfismo
hidrotermal suele producirse en regiones en las que hay grandes plutones.
Conforme
estos grandes cuerpos magmáticos se enfrían y se solidifican, se expulsan los
iones que no se incorporan a las estructuras cristalinas de los silicatos
recién formados, así como los volátiles restantes (agua). Estos fluidos ricos
en iones se denominan soluciones (solut : disolver) hidrotermales (hydra :
agua; therm : calor). Además de alterar químicamente la roca caja, los iones de
las disoluciones hidrotermales a veces precipitan y forman una variedad de
depósitos minerales económicamente importantes.
Otros
tipos de metamorfismo
Existen otros
tipos de metamorfismo que generan cantidades comparativamente menores de rocas
metamórficas en concentraciones localizadas.
Memorismo de
enterramiento. El metamorfismo de enterramiento se produce en asociación
con acumulaciones muy gruesas de estratos sedimentarios en una cuenca
subsidente. Aquí, se pueden alcanzar las condiciones metamórficas de grado bajo
en las capas inferiores. La presión de confinamiento y el calor geotérmico
provocan la re cristalización de los minerales y modifican la textura o la
mineralogía de la roca sin deformación apreciable.
Metamorfismo
dinámico Cerca de la superficie, las rocas se comportan como un sólido frágil.
El resultado es una roca poco consistente denominada brecha de falla que está
compuesta por fragmentos de roca rotos y aplastados .Los movimientos de la
falla de San Andrés en California han creado una zona de brecha de falla y de
otros tipos de roca parecidos de más de 1.000 kilómetros de longitud y con una
anchura de hasta 3 kilómetros.
En algunas
zonas de falla poco profundas, también se produce un material suave, no
cementado, parecido a la arcilla denominado harina de falla. La harina de falla
se forma por el triturado y la pulverización del material rocoso durante el
movimiento de la falla. El material triturado resultante experimenta una
alteración ulterior por el agua subterránea que se infiltra a través de la zona
de falla.
Gran parte de
esa intensa deformación asociada con las zonas de falla se produce a grandes
profundidades y, por tanto, a temperaturas elevadas. En ese ambiente, los
minerales preexistentes se deforman dúctilmente .Conforme los grandes bloques
de roca se mueven en direcciones opuestas, los minerales de la zona de falla
tienden a formar granos alargados que dan a la roca un aspecto foliado o
lineado. Las rocas que se forman en estas zonas de deformación dúctil intensa
se denominan. milonitas (mylo: molino; ite : piedra).
Metamorfismo
de impacto:
El
metamorfismo de impacto (o de choque) se produce cuando unos proyectiles de
gran velocidad llamados meteoritos (fragmentos de cometas o asteroides) golpean
la superficie terrestre. Tras el impacto, la energía cinética del meteorito se
transforma en energía térmica y ondas de choque que atraviesan las rocas de
alrededor. El resultado es una roca pulverizada fracturada y a veces fundida.
Los productos de estos impactos, llamados eyecta, son mezclas de roca
fragmentada y fundida ricas en vidrio parecidas a las bombas volcánicas (véase
Recuadro ROCMET-01). En algunos casos, se encuentran una forma muy densa de
cuarzo (coesita) y diamantes minúsculos. Estos minerales de alta presión
proporcionan pruebas convincentes de que han debido alcanzarse, al menos
brevemente, en la superficie de la Tierra, presiones y temperaturas al menos
tan elevadas como las existentes en el manto superior.
Zonas
metamórficas
En las zonas
afectadas por metamorfismo, suelen existir variaciones sistemáticas en la
minórales y la textura de las rocas que puede observarse al atravesar la
región. Estas diferencias tienen una clara relación con las variaciones en el
grado de metamorfismo experimentado en cada zona metamórfica.
Variaciones
de textura
Por ejemplo,
cuando empezamos con una roca sedimentaria rica en arcillas como la lutita, un
aumento gradual de la intensidad metamórfica va acompañado de un aumento
general del tamaño del grano. Por tanto, observamos que la lutita se transforma
en pizarra de grano fino, que a su vez forma filita, a través de la re
cristalización continua, genera un esquisto de grano grueso. Bajo
condiciones más intensas, puede desarrollarse una textura gnéisica con
capas de minerales oscuros y claros.
Minerales
índice y grado metamórfico
Además de los
cambios de textura, encontramos cambios correspondientes de mineralogía
conforme nos desplazamos de las zonas de metamorfismo de grado bajo a las de
metamorfismo de grado alto. IJna transición idealizada en la mineralogía que se
produce como consecuencia del metamorfismo regional de lutitas se muestra en la
. El primer mineral nuevo que se forma a medida que la lutita se transforma en
pizarra es la clorita. A temperaturas más elevadas empiezan a dominar las
partículas de moscovita y biotita. Bajo condiciones más extremas, las rocas
metamórficas pueden contener granate y cristales de estaurolita. A
temperaturas próximas a las del punto de fusión de la roca, se forma
sillimanita. Esta última es un mineral metamórfico de alta temperatura utilizad
o para fabricar porcelanas refractarias como las empleadas en las bujías.
Metamorfismo
y tectónica de placas
La mayor
parte de nuestro conocimiento sobre el metamorfismo tiende a apoyar lo que
sabemos acerca del comportamiento dinámico de la Tierra según se esboza en la
teoría de la tectónica de placas. En este modelo, la mayor parte de la
deformación y el metamorfismo asociado se produce en la proximidad de los
bordes de placas convergentes, donde las placas litosféricas se aproximan unas
a otras. A lo largo de algunas zonas convergentes, los bloques continentales
colisionan para formar montañas. En ambientes, las fuerzas compresionales
comprimen generalmente deforman los bordes de las placas convergentes, así como
los sedimentos que se han acumula lo largo de los márgenes continentales.
Muchos de los principales cinturones montañosos de la Tierra, entre ellos
los Alpes, el Himalaya y los Apalaches, se de esta manera. Todos estos sistemas
montañosos se componen (en grados variables) de rocas sedimentarias deformadas
y metamórficas que fueron comprimidas entre dos placas convergentes.
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